Musa: agua
Agua, lamiendo mi piel, recorriendo mis rincones. Mar en calma, con corrientes profundas que me mecen a su antojo. Agua que forma nubes y me provoca tormentas. Lluvia de verano que salpica mi cara, y tienta a mi boca sedienta sin apagar del todo su necesidad. Agua cálida que me sumerge, templa mis pensamientos y me apacigua. Agua que hierve dentro de mi pecho y bajo mi piel. Vapor de agua, agobiante, que me sofoca, que me obliga a jadear buscando aliento, que deja mi cuerpo repleto de surcos y de húmedos cristales. Cascada de agua tibia que me acaricia el pelo, que humedece mis labios y me cierra los ojos. Hielo que se desliza sobre mi espalda erizándome la piel, incitándome a morderlo, que me castiga con su tacto abrasador. Torrente salvaje que inunda mis oídos, nublando mi juicio y haciendo que me olvide de todo lo que no son mis sentidos. Lago cristalino que recoge mi imagen maltrecha y la acaricia, la besa y la devuelve adornada en plata.